Cómo convertir nombres en adjetivos
Una de las muchas similitudes esenciales entre el inglés y el español es que en ambos idiomas el orden de las palabras es importante.
El orden de las palabras es parte de su significado
No es lo mismo “Dog bites man” que “Man bites dog”, aunque las palabras usadas sean exactamente las mismas: perro, hombre, muerde.
En algunos idiomas, como en latín y en alemán, el significado de las palabras dentro de la oración se hace principalmente con pequeños cambios (llamados “inflexiones”) en las palabras mismas. Son las “conjugaciones” (en verbos) y las “declinaciones” (en nombres y adjetivos). En esos idiomas, el orden de las palabras es menos importante, porque cada palabra indica si es sujeto u objeto de la oración (o sea, quién le muerde a quién).
Al contrario que esos idiomas, el inglés y el español son lenguajes “distributivos” que usan relativamente pocas inflexiones y dependen más del orden de las palabras.
En ese contexto, vemos que el inglés generalmente pone los adjetivos antes del nombre – “I see a black cat” – mientras que el español los pone detrás – “Veo un gato negro” – aunque a veces ese orden se puede invertir, como en “The color purple”, o “Es un bello día”.
En inglés los nombres no siempre son nombres
Pero hay una diferencia importante entre el inglés y el español. En español los nombres son siempre nombres, y sólo podemos convertirlos en adjetivos añadiendo una preposición (por ejemplo: “partido” es un nombre; “bola de partido” es el nombre “bola” con el adjetivo “de partido”, que indica qué tipo de bola es).
Y esto es lo importante: en inglés no es necesaria la preposición; con cambiar la posición del nombre en la oración lo convertimos en adjetivo. Lo único que hay que hacer es ponerlo delante de otro nombre para que automáticamente se convierta en adjetivo. Interesante, ¿no? Así:
“match ball” = “bola de partido”
“chicken soup” = “sopa de pollo”
“world cup” = “copa del mundo”
“English teacher” = “profesor de inglés”
“race car” = “coche de carreras”
“car race” = “carrera de coches”
Si prestas atención, verás que estamos rodeados: “Health club”, “home cinema”, “horror movie”, “orange juice”, “pen drive”, “chocolate ice-cream”, “mountain bike”, “information desk”, “phone book”. . .
Además, el inglés permite poner una larga lista de palabras, entendiendo que el único y verdadero nombre es siempre el último, y que todos los demás quedan relegados al papel de adjetivos modificadores. Aquí tienes algunos ejemplos para “descifrar” (siempre de atrás hacia adelante):
—- “Dog day afternoon”
—- Tarde de [día de] perros (la película con Al Pacino)
—- “Champions league football match”
—- Partido de fútbol de la liga de campeones
—- “Winter storm freeway accident horror”
—- Horror del accidente de la autopista de la tormenta de invierno
—- “Iran evacuation survivor execution trial”
—- Juicio de ejecución del superviviente de evacuación de Irán
Si piensas que puede ser complicado entender ese lenguaje de nombres amontonados (que ponen a veces en los titulares de noticias), tienes toda la razón; es complicado, tanto en inglés como en español.
Pero no hay que llegar a extremos. «Pen drive» y «chicken soup» son perfectamente inteligibles. Lo importante es que ahora sabes cómo cambiar un nombre en un adjetivo simplemente cambiando su posición en la oración.
Y si quieres más ejemplos reales para entender esa sintaxis – la magia de convertir nombres en adjetivos – escucha los vídeos de BrainLang.