La intuición nos dice que para dominar algo hay que practicar. Así, con el inglés pasa eso: estudiando se aprende poco y los grandes progresos llegan escuchando, entendiendo y hablando, no estudiando gramática o memorizando vocabulario.
La clave de un inglés fluido: «apréndeme despacio que tengo prisa»
Sin embargo lo que la intuición no nos dice tan a menudo es que para hablar, hay que escuchar. Pero es tan obvio que tiene que ser así. La adquisición del lenguaje es un proceso que solo puede lograrse mediante estímulos comprensibles; mediante muchos estímulos comprensibles. Así que hace falta paciencia. Afortunadamente, solo en la versión demo de BrainLang hay más de 150 contenidos. Y en la versión definitiva que lanzaremos en breve, habrá alrededor de 600.
Con todos esos estímulos interesantes y adaptados a tu nivel, lograrás lo que necesitas para hablar: entender el idioma y asimilar su funcionamiento de forma inconsciente. Solo con esto estás preparado para hablar. Pero no tengas prisa.
Dejar tiempo para la integración inconsciente. No puedes hablar con fluidez pensando en conjugar correctamente el tiempo verbal que acabas de aprender o pensando en cómo se pronuncia exactamente esa palabra. Ninguna lengua se habla así. Escucha lo suficiente y en menos de un año de sorprenderás de tu mejora.
Somos conscientes: te proponemos un método que conseguirá que hables inglés más rápido que muchos otros y te pedimos que no tengas prisa. En BrainLang somos así.